Han pasado algunas semanas desde que comenzaste a hacer ejercicio y comer alimentos saludables, pero aún no puedes ver los resultados. Controlas el peso con nerviosismo, cuentas las calorías, pero no se produce ningún cambio. Te entendemos, la pérdida de peso es un proceso realmente exigente y largo. Por tanto, evita los errores más habituales que puedas cometer al perder kilos en exceso. Lee nuestros 7 consejos para encontrar la causa de tu falla y finalmente alcanzar tu objetivo de acondicionamiento físico.
1. Olvidas mantener la hidratación
Cuando hablamos de cambios en el estilo de vida, a menudo pensamos solo en una dieta saludable. Las personas se concentran en lo que comen, pero a menudo se olvidan de tomar suficiente agua. Una hidratación insuficiente reduce la cantidad de líquido en el estómago y, posteriormente, considera erróneamente que tienes hambre. Así, la sensación de hambre puede estar provocada por la sed en ausencia de agua. Por lo tanto, si tienes hambre, intenta beber agua primero, espera 20 minutos y ve si tu hambre no era solo sed disfrazada.
2. Comes demasiado rápido
Un tiempo agitado y una serie de responsabilidades reducen el tiempo de las personas para comer. Hemos tenido prisa desde primera hora de la mañana y no tenemos tiempo para cenar por la noche. Comer demasiado rápido no solo es molesto sino que también perjudica nuestra salud .
Cuando comes rápido, tu cuerpo no podrá enviar una señal al cerebro de que estás empezando a sentirte saciado. El cerebro necesita información del estómago, así como instrucciones de las hormonas que los alimentos parcialmente digeridos ya viajan a través del tracto digestivo. Estos procesos suelen tardar entre 15 y 20 minutos.
3. Duermes menos de 6 horas
Una persona no puede funcionar completamente si no duerme lo suficiente. Nuestro cuerpo necesita tiempo para regenerarse. Puede que te sorprenda, pero el sueño también afecta la pérdida de peso a través de las hormonas leptina y grelina. La leptina es una “hormona de la saciedad” y la grelina se puede llamar “hormona del hambre“. En ausencia de sueño, nuestros niveles de leptina bajan y nuestro cuerpo produce más grelina. Como resultado, sentimos hambre.
Una investigación analizó los efectos del sueño en la pérdida de peso. El objetivo fue medir la disminución de la circunferencia de la cintura durante el sueño. La muestra estuvo formada por dos grupos. Los participantes del primer grupo durmieron menos de 6 horas y las personas del segundo grupo durmieron de 7 a 9 horas. Los resultados de la investigación fueron inequívocos. La falta de sueño afecta la cantidad de grasa que quemamos por la noche.
4. Has eliminado las grasas de tu dieta
La grasa generalmente se considera una sustancia indeseable de la que uno simplemente aumenta de peso. Sin embargo, existen varios tipos de grasas. Algunos de ellos son saludables y nuestro cuerpo los necesita para funcionar correctamente. Por lo tanto, no puedes evitarlos en la dieta. En el cuerpo humano, las grasas son un nutriente que proporciona energía, con 1 gramo de grasa que contiene 9 calorías. Nuestro cuerpo las necesita debido a la absorción de las vitaminas A, D, E y K. Las grasas se dividen en dos tipos básicos: saturadas e insaturadas. En la dieta solemos aceptar ambas especies, pero en distintas proporciones.
5. No lees las etiquetas de los alimentos
¿Eliges los alimentos según su envase o composición? Las etiquetas de los productos no deben pasarse por alto, ya que contienen una lista de ingredientes y su cantidad en el producto. Sin embargo, debido a las inscripciones y lemas distintivos en el frente como “saludable, natural, bajo en grasas”, a menudo nos olvidamos de verificar la composición real de los alimentos. Esto es importante porque la palabra “comida saludable” no garantiza que sea un producto verdaderamente saludable.
Es posible que te sorprendas de la cantidad de alimentos que tienen mejor publicidad y empaque que los ingredientes. Las etiquetas con la frase “sin grasa” pueden ocultar una alta proporción de azúcar, sal o calorías . Por lo tanto, siempre es importante tomarte el esfuerzo y leer la composición detallada del producto en la parte posterior del paquete.
6. Haces demasiado ejercicio
Con el fin de acelerar el proceso de adelgazamiento, muchas personas hacen todo lo posible por ejercitarte y por ello añaden series, ejercicios y jornadas de entrenamiento. Sin embargo, debes tener paciencia al perder peso. Supón que has cambiado tus hábitos alimenticios y tiene un déficit de calorías. Además, si aumentas rápidamente la cantidad de entrenamientos, agrega un factor de estrés adicional a tu cuerpo, lo que hace que te sientas demasiado cansado y débil.
7. No consumes suficiente proteína
La ingesta suficiente de proteínas es muy importante durante el cambio de peso. Un estudio señaló que la proteína aumenta la sensación de saciedad ya que reduce el nivel de la hormona del hambre, la grelina. Las proteínas también son un componente esencial de nuestros músculos y proporcionan crecimiento muscular. Los músculos más fuertes significan más fuerza y energía para hacer ejercicio y, por lo tanto, más energía para quemar grasa.