La simple verdad es que todo el mundo ama una piel sana y clara, y deseamos poder mantener nuestra apariencia juvenil para siempre. A medida que envejecemos, desafortunadamente, nuestra piel también envejece, y en una sociedad obsesionada con la belleza, eso puede hacernos sentir menos de lo que somos.
Obviamente no podemos detener el proceso de envejecimiento, pero podemos hacer cosas para ralentizarlo al menos en lo que respecta a nuestra rutina de belleza.
1. Obtén tus vitaminas.
Lo más importante para mantener una piel radiante es sentirse bien. Un cuerpo sano conduce a una piel sana y una mente sana.
La vitamina C , la vitamina D, la vitamina E y la vitamina K son probablemente las vitaminas más importantes que podemos tomar para promover una piel sana. La mejor manera de obtener vitaminas es naturalmente a través de la dieta (y la luz solar en el caso de la vitamina D). Algunos trucos simples para obtener más vitaminas son agregar limones o limas al agua, preparar batidos de espinacas y bayas y comer muchas frutas y verduras.
Si bien el cuerpo absorbe la vitamina D al pasar tiempo al sol, existe un delicado equilibrio entre el uso de protector solar para prevenir las quemaduras solares y prescindir de él para obtener vitamina D. Se recomienda salir temprano en el día porque los rayos del sol no lo son. t tan fuerte. Independientemente, demasiado sol puede causar un envejecimiento prematuro, así que ten cuidado.
2. Nutre regularmente.
Es importante nutrir tu piel del mismo modo que nutres tu cuerpo. Lee las etiquetas de tus productos para el cuidado facial y trata de comprar productos con ingredientes más naturales. Muchos productos comerciales son principalmente agua que se evapora antes de que la piel tenga la oportunidad de absorberla. Busca mantecas y aceites naturales. Hacen buenos limpiadores e hidratan adecuadamente tu piel.
3. Limpiar adecuadamente.
Tu rutina de limpieza de la piel es muy importante para mantener tu salud. Sin embargo, la mayoría de la sociedad limpia demasiado su piel. Es cierto que debes hacer una limpieza profunda después de un día de usar maquillaje y otros productos, pero generalmente no es necesario realizar una limpieza profunda por la mañana. Por lo general, solo se necesita un paño suave. Cuanto más limpia, más le quitas a la piel sus aceites naturales, despojándola de sus barreras a la suciedad y la mugre.
4. Hidrátate con frecuencia.
La hidratación es muy importante para la piel y nuestra mejor fuente de hidratación es el agua . El líquido que proviene de las bebidas energéticas, las gaseosas e incluso el café puede deshidratar la piel. Mantente alejado y bebe agua en su lugar. La cantidad de agua recomendada para una hidratación adecuada es la mitad del peso en gramos. Incluso puedes necesitar más en días calurosos o entrenamientos largos.
5. Duerme bien.
El sueño es de vital importancia para nuestro bienestar general. Se recomienda dormir entre siete y ocho horas por noche. Así es como nuestro cuerpo se recupera del estrés que le ponemos. Nuestra piel es un órgano y nuestros órganos requieren la capacidad de curarse y regenerarse, lo que sucede cuando dormimos.
6. Exfoliar de vez en cuando.
Exfolia lentamente tu rostro y cuerpo aproximadamente 1 o 2 veces por semana para eliminar las células muertas acumuladas, la suciedad y la grasa. El movimiento suave es clave, porque exfoliar con demasiada brusquedad podría dañar la piel delicada. Incluso puedes crear tu exfoliante personal natural utilizando sal marina, azúcar, posos de café, canela, avena o miel cruda.
7. Tonificar diariamente.
Los tónicos ayudan a la piel a absorber la humedad, cerrar los poros de la piel y eliminar los últimos restos de maquillaje u otras toxinas. Elige tu tónico con prudencia, utilizando unos hechos de ingredientes naturales. Ten cuidado con los tónicos a base de alcohol, ya que pueden resecar tu piel. Hay muchos tónicos naturales que puedes crear en casa utilizando elementos directamente de la cocina, como agua de rosas, limón, sal, vinagre y miel.
8. Relájate.
Por muy relajante que pueda ser una ducha de agua caliente, demasiada agua caliente puede secar la piel. Cuanto más caliente esté el agua, más dañina para la piel. Intenta bajar un poco la temperatura y asegúrate de hidratar adecuadamente mientras tu piel aún está húmeda.
9. Sigue moviéndote.
Ya sea yoga, baile o trote, programar una actividad diaria que acelere el latido del corazón te ayudará a ralentizar el proceso de envejecimiento y estimular la circulación sanguínea en la piel. ¡Así que levántate y muévete!
10. Cambia con las estaciones.
Nuestro medio ambiente es la principal causa de estrés en nuestro cuerpo y, a medida que cambia el clima, también cambian las necesidades de nuestra piel. Comprende cómo cambian el clima, el sol, los niveles de humedad y los niveles de contaminación en tu área y ajuste nuestro cuidado de la piel en consecuencia. Los lugares secos y fríos pueden requerir mantecas más espesas, mientras que las áreas húmedas y calientes requerirán algo más ligero. Al aplicar mantecas y aceites naturales, la piel absorberá lo que necesitas y dejará el resto en la superficie.